El gobernador Claudio Poggi fue entrevistado por Jorge Fontevecchia en Radio Perfil y tocó diversos temas que hacen a la actualidad de San Luis, como la falta de transición antes de asumir, el déficit que dejó la administración anterior, el “castigo perverso” que recibieron los sanluiseños, las expectativas sobre la relación con la Nación y las similitudes y diferencias entre la situación actual y la de 2001, cuando fue ministro de Economía.




“Como no tuve transición, la hice la semana pasada con los mismos empleados públicos, que nos iban contando la situación. Tuve que tomar decisiones duras, trazar un plan de austeridad, bajar la planta de funcionarios en un 40%, cortar con los gastos reservados. Ahora determiné hacer un censo de personal en el sector público y otro del parque automotor, porque nos faltan vehículos y maquinarias. Lamentablemente también tuvimos que desdoblar el sueldo y decidir algo inédito en San Luis desde que volvió la democracia: pedir un empréstito para financiar gastos corrientes”, resumió Poggi en ‘Modo Fontevecchia’.

Consultado sobre si la realidad actual tiene puntos de contacto con la gran crisis de 2001 dijo que “hay una diferencia muy grande. En aquel año a San Luis lo agarró el corralito con depósitos en dólares. Hicimos juicio y lo ganamos. Mientras nosotros confiamos nuestro fondo anticrisis de 250 millones de dólares al Banco Nación, Santa Cruz tenía la plata afuera. La diferencia con aquel contexto del 2001 es que la provincia entonces tenía ahorros y estaba bien, hoy me la entregaron fundida”.

Por eso lamentó que “la solvencia fiscal, que durante muchos años fue nuestra fortaleza, hoy es una de las máximas debilidades. Insisto porque es importante: yo no tuve transición, desde el 11 de junio hasta que juré no me junté una vez con el gobernador saliente”.

Sobre el estado en el que encontró la administración, contó que se tomó cuatro días para constatar los problemas. “Ya hay un déficit para diciembre y más de 300 mil millones de pesos es el rojo para 2024. El desmanejo administrativo y financiero comenzó antes y continuó después de la elección, lo que es más grave, porque se trató de una perversión absoluta, un castigo de Rodríguez Saá al pueblo que no lo votó. Entonces desató un festival de licitaciones millonarias, gastos superfluos, contrataciones de personal y corrupción en entes descentralizados”.

Cuando Fontevecchia se refirió a ‘los últimos 20 años’ para consultarlo sobre la crisis, Poggi lo corrigió: “Fueron los últimos ocho años. Yo fui gobernador y mantuve la solvencia fiscal, después Rodríguez Saá reemplazó el trabajo por planes sociales, derogó las leyes que contenían el déficit e hizo que hoy los egresos superen a los egresos”.

Tampoco aceptó involucrar a Adolfo Rodríguez Saá en la crisis actual. “Hay una diferencia entre uno y otro. Adolfo construyó este esquema de solvencia fiscal de la provincia. Yo lo continué con mi impronta y el gobernador saliente lo arruinó. Dejó hacer, encontramos nichos de corrupción, cambió la cultura del trabajo por la asistencia social”.

Volviendo a la falta de transición, el gobernador calificó de “debilidad institucional” que su antecesor se negara a recibirlo sistemáticamente. Por eso cree que “hay que fortalecer las instituciones. Cuando juré, tiré una punta de lanza para una reforma política, no quiero más listas sábanas ni Ley de Lemas. La impuso con su mayoría este año y resultó en que el cuarto oscuro era un desastre, lleno de boletas que confundían al ciudadano. Tenemos que implementar boleta única o el voto electrónico e ir a las urnas cada cuatro años. Hay que escuchar lo que la gente votó. En el caso nuestro votaron un cambio en la provincia. Y ni hablar en la Nación. Casi el 68% decidió cambiar. Entonces hay que entender el mensaje del ciudadano y actuar en consecuencia”.

Con una provincia debilitada por los malos manejos de los últimos años y los nichos de corrupción, la relación con la Nación cobra vital importancia. Los gobernadores ya se reunieron con el ministro del Interior, Guillermo Francos. “Yo coincido en que tenemos que comenzar a equilibrar las cuentas todos. Tengo esa visión, por eso soy crítico de lo que me dejó el gobernador anterior. Pero me parece que la postura del ministro del Interior es buena. Por supuesto, el ministro de Hacienda manda, por ejemplo, el mío está instruido para decir siempre que no. Cada ministro cumple un rol, lo bueno de Franco es que generó un canal de diálogo que no había tenido en mi provincia”.

El primer mandatario reconoce que “hay una agenda amplia en la relación con la Nación. La reunión con Franco fue sincera y muy variada, en mi caso planteé que la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias implicó la pérdida una nómina salarial y media. Para compensarlo, los gobernadores propusimos una posible solución, que fue comenzar a coparticipar en un 50% el impuesto al cheque. Veremos qué pasa cuando nos reciba el Presidente. Hay que ir de a poco, no creo que firmemos un Pacto Fiscal en el primer encuentro”.

Tanto en la apertura de la entrevista como en el cierre, Fontevecchia puso el tema ‘Todo Cambia’, que interpretado por La Beriso fue lo que se escuchó en su asunción y en la de sus ministros. “Es un tema musical que se usó durante la campaña electoral. Me sorprendieron y me emocioné. El pueblo de San Luis eligió cambiar y uno trata de interpretar ese cambio en muchos aspectos después de tantos años”, cerró Poggi.

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